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El golf es un deporte de bajo impacto, por lo que es frecuente que se pueda practicar hasta una edad bastante avanzada. Esto no quiere decir que sea un deporte que no pueda causar lesiones en la espalda.

La mavoría de las lesiones de columna tienen su origen cuando se realiza el swing, aunque también se han llegado a producir lesiones en otras zonas del cuerpo por accidentes de carrito, bolas o incluso golpes con el palo.

El swing se realiza varias veces, tanto en el campo de prácticas como en la salida al campo.

Las lesiones suelen producirse a nivel lumbar bajo, en los dos últimos discos lumbares, y tienen lugar al realizar la torsión o rotación en la bajada. Además, hemos de involucrar diferentes músculos y articulaciones de la columna que también pueden verse fisurados..

Los últimos estudios biomecánicos demuestran que la mayoría de los problemas de espalda que sufren los golfistas no tiene su explicación en las posturas de inclinación hacia adelante que adoptan, sino en las altas velocidades de rotación que debe soportar la columna vertebral con ocasión del swing: movimiento de giro que realiza el jugador, especialmente en los primeros golpes de

cada hoyo.

el término crunch effect (efecto de crujido) para explicar el impacto que producen los dos movimientos (giro e inclinación lateral) sobre los discos intervertebrales.

resultados indicaban que un 55% de los jugadores

presentaba dolor lumbar en el momento de impacto a la bola, especialmente en el primer golpe de cada hoyo. En más de la mitad de ellos, todos diestros, se producía además una irradiación del dolor hacia el lado derecho

Todo indica que el dolor disminuiría si el jugador se concentrara en mantenerse más erguido durante los instantes posteriores al golpe.